Umbrales que invitan

Con la publicación de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carrol, queda inaugurado un nuevo género dentro de la literatura para chicos, la novela fantástica. El escritor argentino Pablo De Santis la llama novela de umbral, y explica: "porque en Alicia y sus sucesoras siempre hay un umbral que nos lleva hacia un mundo distinto."  

Podemos afirmar lo mismo cuando hablamos de la clásica Reina de las Nieves, de Hans Christian Andersen, o de la increíble novela de Mijael Ende, Momo, y tantas otras. Dice Pablo De Santis que una de las características de la novela de umbral es el gusto por la épica, pero que al mismo tiempo se van diferenciando de la épica clásica; él dice "va quedando en el pasado."

Volvamos a La Reina de las Nieves. 

Otro elemento que aparece en la novela de umbral es lo subterráneo; un mundo otro de existencia paralela, en el que podemos caer, como le sucede a Alicia, o que puede aparecer de algún otro modo, como en la historia Andersen:

En el primer capítulo hay un espejo que refleja lo peor de cada ser, “todo lo bello y lo bueno que en él se reflejaba, menguaba y menguaba... hasta casi desaparecer; todo lo que no valía nada y era malo y feo, resaltaba con fuerza.”  Nos encontramos acá con un primer umbral; es el diablo quien creó ese espejo, un ser que pertenece al inframundo, cuyo deseo es que los duendes lleven su creación hasta los ángeles y dios,para mostrarles lo peor de cada uno. A medida que que los duendes ascienden volando, el espejo se vuelve cada vez más pesado y, antes de llegar, se les resbala de las manos y cae. Al romperse las pequeñas esquirlas quedan flotando en el aire.

A partir del segundo capítulo la historia se centra en Kay y Gerda, los niños protagonistas. Un cristal, parte del espejo roto, va a dar en el cuerpo del niño. Entonces lo siniestro irrumpe en lo cotidiano. Kay se volverá frío y distante, el cristal envenenado lo hará actuar de manera muy diferente a la habitual.  

Como consecuencia de haber desobedecido a la abuela y haber ido, solo, a jugar a la plaza con los niños mayores, Kay es raptado por la Reina de las Nieves. El segundo umbral que aparece en el relato  -más evidente que el anterior-, es el que atraviesa con la Reina, que lo lleva en su trineo para dejarlo prisionero en su castillo de hielo; un verdadero infierno. 

 La Reina de las Nieves. Ilustración de Vladislav Yerko.

En este género siempre aparecen, inspirados en la tradición, los acertijos y juegos de palabras. En la Reina de las Nieves también, una especie de acertijo tradicional pero con una variante. Cuando Gerda llega al palacio de hielo donde Kay está cautivo y lo rescata con su abrazo cálido, el niño llora y la astilla del espejo, que tiene incrustado en el ojo, se va con las lágrimas. Los trozos de hielo que lo rodean comienzan a bailar y forman la palabra que Kay debía armar a modo de rompecabezas, “la Reina de las Nieves había encargado a Kay que compusiera, la palabra Eternidad : era pues su propio dueño y ella debería darle el mundo entero y un par de patines nuevos”.

En Momo, la novela de Ende, el maestro Segundo Minucio Hora, le da a la niña un acertijo.

-¿Te gustan los acertijos? -le preguntó, como quien no quiere la cosa, mientras seguían su camino.
-¡Sí! ¡Mucho! -contestó Momo- ¿Sabes alguno? 
-¡Sí! -dijo el maestro Hora, mirando sonriente a Momo-, pero es muy difícil. Muy pocos saben resolverlo
-Está bien -dijo Momo-, así me lo aprenderé y se lo repetiré más tarde a mis amigos.
-A ver si lo adivinas -contestó el maestro Hora-. Atiende:

Tres hermanos viven en una casa:

son de veras diferentes;

si quieres distinguirlos,

los tres se parecen.

El primero no está: ha de venir.

El segundo no está: ya se fue.

Sólo está el tercero, menor de todos;

sin él, no existirían los otros

Aun así, el tercero solo existe

porque en el segundo se convierte el primero.

Si quieres mirarlo

no ves mas que otro de sus hermanos.

Dime pues: ¿los tres son uno?,

¿o sólo dos?, ¿o ninguno?

Si sabes cómo se llaman

reconocerás tres soberanos

Juntos reinan en un país

que ellos son. En eso son iguales

¿Ya conocen la respuesta al acertijo?

Por si tienen ganas de ver la adaptación de esta novela, llevada al cine por el director Johannes Schaaf, en 1986, les dejamos el acceso acá:

Texto: Claudio Barrientos