Educación, tecnología y contexto. Entrevista a Gabriela Asinsten, coord. del Departamento TIC del INFD
A más de dos meses de iniciada la medida de aislamiento social preventivo y obligatorio, debido al COVID 19, y habiendo pasado por distintos momentos, con algunos cambios que se fueron dando en el contexto, nuestra intención es pensar y reflexionar sobre los emergentes, que podemos ir identificando, en relación a la escuela: la vulnerabilidad social, sin dudas es uno de ellos, que quedó más evidente que nunca en esta situación excepcional, pero también el lugar que ocupan las instituciones educativas en este momento, la capacidad de adaptación, las herramientas disponibles, la relación con las tecnologías de la información y la comunicación que tan presentes estuvieron en esta etapa. Para esto conversamos con Gabriela Asinsten, Coordinadora del Departamento de TIC del Instituto Nacional de Formación Docente, que tuvo la buena voluntad de hacernos un lugarcito el sábado por la mañana. Acá compartimos la charla virtual con mate analógico. Al final de la nota están los audios de la entrevista.
por Claudio Barrientos
-Buenos días Gabriela y muchas gracias por atendernos.
-Muchas gracias por la
invitación.
-Estábamos pensando que con el aislamiento las TIC han estado sobre el
tapete, las hemos usado más que nunca incluso sin darnos cuenta. Hubieron
amigos que me decían: yo con las TIC nada que ver, estoy un poco en contra… -Sí
pero las estamos usando ahora, nos estamos comunicando por teléfono y
mandándonos archivos. –Ah, claro, no lo había pensado. ¿Cómo ven desde el INFD
esta situación?
Buen, nosotros entramos a una
educación a distancia de manera forzada. Nadie eligió esto. No hay una decisión
pedagógica, bueno, nosotros decidimos modificar nuestras enseñanzas. Y siempre
cuando las cosas son forzadas tienen como presiones distintas. Gente que lo
asume, que asume la dificultad y el
momento histórico, aunque estamos todos inmersos, y hay gente que siente una
presión enorme, que lo desborda. Es bastante variado. Lo que nosotros
insistimos es que la a pandemia no vino a generar ninguna situación nueva o
desconocida, lo que vino poner en evidencia era la situación que ya pasaba, la
puso brutalmente sobre la mesa, la inequidad, la falta de acceso, la falta de
conectividad en el país, la falta de recursos, los docentes que odian la
tecnología, digo, la pandemia lo que hizo fue profundizar todo eso, la
inequidad es mayor, los sectores vulnerables están más afuera del sistema aún.
Pero no generó la vulnerabilidad la pandemia. Y con respecto de las TIC en
particular, hay una parte que tenemos que hacer un mea culpa nosotros los que trabajamos en tecnología, que llegamos
al sistema con un discurso salvador, las tic iban a solucionar el problema el
sistema educativo. Si usabas tecnología eras moderno, tus alumnos aprendían. Si
lo ponías en un Prezi no importaba qué tenía el contenido adentro, ya se
entendía. Cuando eso no sucedió, porque las tecnologías no solucionan los
problemas pedagógicos, son herramientas, mucha gente se sintió decepcionada.
Entonces ahí hubo un alejamiento. Entonces es un buen momento este, que ya pasó
la ola que nos arrastró a todos durante marzo y abril, que nos dejó todos
revueltos llenos de arena, para que podamos frenar un cacho y respirar y
empezar a tomar decisiones, que no nos lleve por delante la ola y empecemos a
tomar el control docente, qué queremos hacer, qué queremos enseñar. Y ahí la
tecnología nos tiene que venir a ayudar, no nos tiene que guiar, sino que nos
tiene que ayudar que no es lo mismo. Interrumpime porque yo hablo…
-Me quedé pensando, muy buena la imagen de la ola y del tsunami porque
realmente fue así. En un momento era la desesperación, la convivencia con la
posibilidad de contagiarse y sostener los vínculos y que lugar va a ocupar la
escuela, y no tener horarios para trabajar, estar permanentemente conectados
con compañeras compañeros a través de las distintas posibilidades. Invasivo
también, por momentos.
-Bueno, esta es la primera vez
que la escuela tiene esta recesión hacia atrás, el decrecimiento brutal que
tuvo la escuela, se replegó. Y además todos estamos formateados que somos
docentes en la escuela Hay una parte por más que tengamos un discurso, se da
clase, que podemos, la escuela, la institución, las paredes son los que nos
cobijan, nos dan sentido. Entonces ahí también hay un desarme brutal de golpe,
para el que no estamos preparados, porque una cosa es una propuesta virtual,
que se piensa virtual y que se elabora virtual, donde los que participan
deciden participar en una propuesta virtual y otra cosa es desandar todo un
camino recorrido en la presencialidad y pasar brutalmente a una educación a
distancia, sin medias tintas, sin mediación, sin nada, entonces es brutal para
todos porque además hay dos aspectos a analizar que son bien distintos que son,
bueno ¿cómo ayudamos a nuestros alumnos, cómo contenemos a nuestros alumnos,
qué es prioridad? ¿será que la prioridad siguen siendo os contenidos, o será
que la prioridad en medio de una pandemia mundial es otra? A ver si podemos
sacar el pie del acelerador y si no aprenden física de tercer año por ahí no
pasa nada y se lo podemos enseñar el mes que viene, y sí podemos contener,
generar redes, aprender sobre la pandemia, sobre nuestras conductas, cómo nos
comunicamos. Podemos tomar unas decisiones ahí. Y por otro lado qué nos pasa a
los docentes que también vivimos la pandemia, que también nos atraviesa, que
también se nos desarmaron las instituciones, que también estamos mezclando que
no hay un adentro y un afuera, que nuestra vida privada y pública es todo lo
mismo ya. Entonces son situaciones distintas y son distintos los
acompañamientos, y ahí es donde a mí me parece que tenemos que pensar hacer
foco, al menos institucionalmente desde el Ministerio, con las instituciones.
Porque quienes tienen que cuidar, acompañar y orientar a los docentes son las
instituciones. En un primer momento hubo un “bueno, hagan lo que puedan”, en
muchas instituciones, que terminó haciendo que cada uno más o menos “haga lo
que pueda” y dejando que sean los estudiantes los que reconstruyan la
institución. O sea, se acuerda qué hacer con cada uno de los docentes, cómo se
vincula: este me escribe por facebook, este me escribe por whatsapp, este entra
en el campus virtual; y dejamos en manos del estudiante la reconstrucción de la
institución. Pero ahí no es un tema del docente, es un tema de la institución.
Es quien tiene que acompañar. Y en muchas instituciones, esta ola que les cayó
encima, al descolocarles el rol, lo que la convirtió fue en grandes
controladores. Entonces estuvimos durante dos meses todas las instituciones
persiguiendo a los docentes con planillas. En lugar de dar pautas y
acompañando, se generó como una obsesión por saber qué se hacía, y dónde estaban
y cuánto se conectaban y cuánto no se conectaban, en lugar de una obsesión por
saber cómo tejemos redes, cómo acompañamos. Desde luego esto no sucedió en
todos los institutos ni en todas las escuelas.
-A nosotros lo que nos pasó en un principio fue que la propuesta desde
el MERN fue acompañar a nuestra comunidad educativa, a les estudiantes para que
no se corte ese vínculo, para saber que estuvieran bien, para que haya un
acompañamiento durante esta crisis desde la escuela. Y ahí fue muy interesante
todo lo que surgió. Pero después vino la presión de cerrar el cuatrimestre, va
a haber que poner notas, para que no se pierda el año. Una exigencia muy fuerte
donde ahí hubo una vuelta de la ola, digamos, que también nos desacomodó
bastante.
-Sí, si. Por eso digo hay como…me
parece que la tecnología, bueno, como todos sabemos no es neutral. Nunca la
tecnología es neutral, y el uso de una tecnología u otra te determina miradas,
miradas del mundo, te determina visiones. La inclusión de la tecnología, con un
sentido más pedagógico, lleva tiempo. Sí?, aprender a utilizar determinados
recursos y determinadas opciones, lleva tiempo y apropiárselo lleva tiempo.
Nosotros tuvimos en el INFD una especialización docente de educación y TIC que
inició en el 2012 dentro del Programa Nuestra Escuela. Ene se postítulo tuvimos
40.000 egresados, pero docentes participaron muchos más. Yo imagino, quiero
creer, que una parte grande de esos docentes esta ola los agarró pudiendo
surfear un poco mejor, habiendo vivido y discutido y analizado. Cuando nosotros
armamos propuestas donde las TIC están de costado que son, por ejemplo,
Matemática y TIC, bueno el contenido y la tecnología como algo que entra por la
ventana, no se termina de apropiar. Entonces parece que son una excusa. Estamos
buscando de excusa el contenido para enseñar alguna cosa de tecnología. Cuando
en verdad es ¿qué necesito que los estudiantes o que los cursantes hagan, y veo
qué recurso me sirve. Pero no es al revés. Bueno, hay que usar Prezi, veamos qué contenidos sirve para que
usemos Prezi o qué contenido sirve para subir a la plataforma. O por ejemplo,
algo que vi mucho en estos meses es Un mar de recursos, como es a distancia hay
que usar video. No importa si el video aporta, suma… hay que usar video,
entonces en lugar de armar una clase virtual se armó como una colección de
recursos que no siempre abonaban hacia el mismo camino, hacia el mismo lugar.
Entonces, así como como docentes decidimos el material escrito que se va a dar,
la bibliografía, también hay que elegir el resto de los materiales con el mismo
criterio. Pero para eso hace falta tiempo, no se pueden tomar esas decisiones
en medio de la tormenta; si no somos los músicos del Titánic. Cuando nos pasa
por arriba la ola estar viendo si este pdf es más adecuado que este otro…, y
bueno, no, así no podemos.
-Y qué difícil poder reconstruir cómo se percibió esto, cómo se percibe
desde los estudiantes en sus casas. Es como imposible armarse como docente,
menos como institución que se diversifica en la experiencia de cada docente,
pero armarse como docente una idea de cómo se está recibiendo …
-Y bueno, me parece que ahí es el
desafío, todos los institutos tienen como distintos desafíos. No es lo mismo
con estudiantes de cuarto año, que ya hay un recorrido, que hay una vinculación
con la institución, que los estudiantes que estaban por ingresar que ni
siquiera se los conoce, no sabemos quiénes son esos estudiantes. Entonces ahí
generar un vínculo es realmente un trabajo, donde las instituciones en muchos
casos han puesto mucha energía. Hay alguna experiencia por ejemplo en Mendoza
donde los docentes decidieron, seleccionaron tres materias creo, no quisiera
mentir, pero tres o cuatro materias que
iban a dar, y todos los docentes iban a acompañar esas materias porque lo
central era sostener a los estudiantes. O sea, privilegiaron algunos contenidos
e hicieron una red de docentes para
contener a todos los estudiantes que no conocían, porque la pandemia comenzó
antes que las clases. En algunos casos no tenían ni teléfono. Y ahí se empezó a
trabajar con una red con los estudiantes que se conocieran por whatsapp, por
las redes, y ahí también es un trabajo, es un trabajo docente. Porque parece
que si no estamos dando contenido no estamos trabajando. Y es un error enorme
eso. Ayer justamente le pregunte al colega cómo había resultado y la verdad es
que las retenciones han sido altas. Porque vamos a tener que ver, cuando
volvamos de la pandemia, cuántos pibes nos quedan.
-Vos decías que la pandemia dejó al descubierto muchas inequidades,
muchas situaciones además ligadas a los recorridos de nuestros estudiantes, y
siento que en esta situación extraordinaria algo que queda en evidencia es el
prejuicio o la creencia de que los “nativos digitales” tienen determinadas
habilidades digitales que desde lo académico no se constatan. Tienen
habilidades para manejarse con distintos dispositivos, y en distintas redes
sociales, pero en cuanto a lo académico no egresan de la escuela media con esas
habilidades desarrolladas.
-Hay un uso de la tecnología en
otro sentido. Bueno, en mi familia por ejemplo. Yo coordino el área de TIC y le
paso el teléfono a mi hija para que me haga cosas porque yo no sé cómo se hacen
y porque tampoco quiero poner demasiada energía en el tema, pero cuando ella
necesita hacer cosas más profundas en la computadora me lo pide a mí. Porque en
realidad hay otro uso, otro uso para otro sentido que requiere otro tipo de
esfuerzo en muchos casos más recreativo. Y bueno, sentarse a aprender por
ejemplo Excel en forma profunda, lleva tiempo, es un esfuerzo, es difícil. No
es lo mismo que poner “me gusta” o filmarse en un video o demás. Sin decir que
es malo lo que aprenden. La cuestión es: lo que ya saben, cómo lo traccionamos
para apropiarse de los contenidos que necesitamos que aprendan. Vos sabrás que
en 2008 la UNESCO estableció a nivel mundial unas competencias digitales
esperadas para el siglo que viene. Estamos lejísimos, pero no solo nosotros,
está lejísimos el mundo. Por ejemplo nosotros. Los pibes no saben escribir mail,
porque el mail lo usan para abrir las redes sociales y no lo usan, no saben. Y
no solo saber usar el mail si no también saber cómo se comunica, cómo se
escribe, a quién se le escribe. Nosotros recibimos en el ministerio de
educación mensajes escritos con la mitad de las letras, sin firma, sin nombre y
eso… vos decís es una habilidad que hay que desarrollar, porque eso en el mundo
laboral no funciona así. Por ejemplo dicen: No tengo mi certificado. No dice ni
quién es, ni de dónde es, ni para qué, ni que problema tiene. Imagina que lo
estamos adivinando, que lo tenemos en el whatsapp, que nosotros sabemos quién
es el otro. Hay habilidades básicas que hay que trabajar, y la escuela tiene
que trabajar. Porque ahí me parece que hay otra reflexión que tenemos que
hacernos, porque ahí donde la escuela no se apropia de estos contenidos, se
apropia la industria, por marketing, y la industria nos vende cada vez más que
las cosas tienen que ser fáciles, rápidas, superficiales. Las noticias nos
llegan al teléfono en pastillitas que se lee solo el titulito, cada vez van
definiendo más a qué información accedemos, cómo accedemos, todo muy
superficial. Cuando dejamos en manos de la industria los contenidos corremos
riesgos muy serios. Yo el otro día planteaba en una charla: hoy ya pasa que
facebook o twitter definen qué contenidos son apropiados y qué contenidos son
inapropiados. Por ejemplo una mamá dando el pecho a su bebé facebook lo bloquea
porque es contenido inapropiado. Entonces si nosotros dejamos en manos de la industria,
la industria puede decir que el lenguaje inclusivo no está aprobado por la RAE,
es inapropiado, y nos bloquea el contenido que publicamos en MIX o que
publicamos en cualquier red. Podrían hacerlo porque lo hacen hoy a esto,
entonces digo, si no es el sistema educativo el que pone el contenido, el que
se apropia de la tecnología, va a ser la industria y el marketing. Y ahí, la
verdad, el riesgo es serio. Ya todos hemos leído las investigaciones que
hicieron de las redes sociales en las elecciones de los EE.UU, las elecciones
en Argentina. No es anecdótico esto, no es ya bueno más o menos o una cosa
persecutoria. Se sabe, se conoce, hay libros, materiales, investigaciones al
respecto, entonces ahí el sistema en lugar de delegar y decir ellos son nativos,
van a saber, tienen que trabajar sobre esos contenidos, tienen que trabajar
sobre la tecnología, sobre la apropiación, sobre la importancia de la soberanía
tecnológica. No es un dato menor esto. Hoy por ejemplo la soberanía tecnológica
puede hacer que el CONICET descubra una vacuna para el COVID, o no. Pero que sí
hicieron testeos rápidos que dejamos de pagar una fortuna por cada testeo y
podemos testear masivamente; eso es soberanía tecnológica. Ahí el sistema
educativo tiene que poder poner palabra. No sentir que la tecnología es algo
que pasa por afuera y que no os impacta en nada.
-Claro, apropiarse
-Es mucho más que mandar pdfs o
usar google. Reflexionar sobre lo que pasa, sobre el uso, sobre cómo circula la
información, es obligación del sistema educativo, es obligación porque es
formar ciudadanos, es la primera obligación que tenemos como sistema educativo,
formar ciudadanos, concientes, libres, que puedan tomar decisiones. Y ahí
digamos, me fui del tema de los nativos, pero se vincula porque si nos alejamos
porque como manejan redes, porque como saben, porque como buscan, como
encuentran, dejamos de poner palabra y la verdad es que creo corremos un riesgo
como sociedad en ese sentido.
-Claro, no abandonar el sentido político de todo esto. Gabriela me quedé
pensando en un dato, porque me interesaba hacerte una pregunta que es como un
gran título, el tema de la Inclusión Educativa y cómo garantizar un uso
inclusivo de las TIC, y ahí pensaba en una noticia que leí hace poco tipo
pastilla, era en realidad un hilo en twitter, en el que Mercedes D’Alessandro,
Directora Nacional de Economía, Igualdad y Género, compartió datos del
ministerio de Economía sobre la brecha digital. Un dato que me llamó la
atención porque creí que era mucho menos, un 40 % de la población no cuenta con
computadora en sus hogares.
-Lo que pasa es que los celulares
inteligentes remplazaron a las computadoras. Entonces el uso doméstico
habitual, fuera del sistema, podemos responder mails desde el teléfono, podemos
entrar a las redes sociales desde el teléfono, podemos entrar al banco desde el
teléfono, el uso doméstico se remplazó por los celulares. En realidad en
Argentina hay más celulares que habitantes. Lo que pasa es que ahí podemos discutir qué dispositivo sirve para cada cosa.
Es perverso tratar de estudiar desde un celular. Es decir, enviar pdfs, y para
la cantidad de pibes, nosotros tenemos un 30% de los estudiantes del los
institutos del país solo accede desde el celular. Y seamos honestos, estudiar,
leer un pdf desde un celular es muy complejo, es muy difícil. Uno pierde el
marco de lo que estudiamos, es decir el texto, el paratexto. Uno pierde todos
los marcos, los pdfs son viejos, no se adaptan al marco del celular, hay que ir
scrollando entonces esto pone una dificultad mayor. Nosotros en mi casa vivimos
tres, tenemos tres computadoras, tres celulares, espacio para cada uno para
trabajar, para estudiar. Somos hiperprivilegiados, no es lo que pasa en la
mayor parte de los hogares de la Argentina. Porque además los celulares
cobraron una existencia y una relevancia en la vida de nuestros jóvenes enorme,
enorme. Voy a poner un ejemplo personal, pero cuando mi hija cumplió años le
preguntamos si quería una notebook o un celular mejor, y eligió un celular.
Está bien, en casa hay computadoras, pero digo, es un tema que hay que repensar
ese. Para situaciones…, porque no tenemos garantías que esto no vuelva a
suceder. Ahora se está armando un programa nuevo, que se llama Juana Manso que
sería como conectar igualdad, digamos, y ahí también hay que definir qué
dispositivos se van a comprar y como se los utiliza, porque el acceso y la
lectura y el estudio necesitan un algún tipo de pantalla que nos permita leer.
Conozco casos de universidades privadas que dan clase por Zoom o por Mix, o
Microsoft teams, las horas exactas del horario de clase y estar cuatro horas
mirando la pantallita de un celular, es mortal. El nivel de atención que uno
puede tener, la dispersión que significa es enorme, entonces eso es un
simulacro, estamos haciendo un simulacro de que estamos dando clase, estamos
haciendo un simulacro de que el otro aprende. No es el celular, la pantalla de
cinco centímetros el espacio para estar cuatro horas mirándolo. No es está
mirando una película que tiene algo atractivo, que pasan cosas, son cuatro
horas mirando a alguien hablando, entonces seamos honestos, no hay posibilidad.
-Entonces puede ser que sea en ese programa Juana Manso que D’Alessandro
anunció que se van a invertir, no me acuerdo el número porque era muy grande
para mí, era una cantidad de millones
importante en netbooks.
-Sí, no sé las características.
Estoy segura que no es uno a uno, porque presupuestariamente no está el país en
condiciones, pero cada institución sabe o puede organizar a qué pibes a qué
pibas apoyar o como utilizar algún tipo de estrategias de utilización, como
tenerlas en la biblioteca por ejemplo.
Tendría que ser un recurso del mismo estilo.
Tenemos otra brecha que excede
incluso el tema el poder adquisitivo del usuario, que es la conectividad. Hay
muchas regiones del país que no tienen conectividad. Más allá de que la persona
pueda o no financiársela, ya la región no tiene conectividad y no hay a quién
pagársela.
-Sí, nuestres estudiantes de Mallín Ahogado, por ejemplo, que es una
localidad acá dentro del ejido de El Bolsón pero apartada, una zona rural. Hay
muy poca conectividad por zonas, que no llega la telefonía rural ni la internet
rural.
-Acá en las islas del Delta, a 30
kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires no tenés conectividad, entonces ese
también es un debate que hay que dar. ¿Es un derecho de todos o no es un
derecho de todos, la conectividad? Tampoco vamos a ser infantiles en pensar que
esto se resuelve así, hay que poner conectividad y ya está. Pero sí hay que
dejarlo sobre la mesa, porque obviamente las prioridades son muchísimas en
estas circunstancias, el tema del sostenimiento económico, el tema del hambre,
el tema de sostener a las familias en las cuestiones más básicas es prioritario
hoy, desde luego, es prioritario hoy, desde luego, ahí no hay ningún debate que
dar. Los subsidios, los subsidios a las PYMES, dentro de las prioridades que
tiene el Estado Nacional posiblemente esto no sea ya urgente. Pero sí hay que
dejarlo, porque esto apareció. Porque además se nos suma el tema del
aislamiento obligatorio por lo que no está la posibilidad de llevarles
materiales a estos estudiantes. Entonces, simplemente los dejamos aislados
porque no hay otra opción para hacer. Y hay que ponerlo sobre la mesa y hay que
discutir con las telco, porque hay una parte que tiene que ser negocio y una
parte que no.
-Va a estar difícil eso.
-Sí, obviamente que va a estar
difícil, pero no se ganan las batallas si no se las pelean.
-Bueno, ahora se ha percibido muy fuertemente desde la escuela las necesidades
sin cubrir que hay entre nuestres estudiantes, y eso que en general les
estudiantes que llegan más o menos tienen un soporte económico que les permite,
justamente, tomar la decisión de ponerse a estudiar; cuando no tienen que
abandonar porque tienen que necesitan trabajar, que también pasa mucho con
nuestres estudiantes. Pero también hay una cantidad importante que directamente
no accede al primer año, digamos.
-Ahora hay que ver el impacto de
la pandemia porque hay, más allá de que esté (…) todo el asunto de la economía
informal, y toda la gente que sus contratos han sido anulados, afecta a una
cantidad de pibes y pibas que habían decidido empezar a estudiar y que la
familia esta pandemia le cambió la situación económica de forma brutal. Esto
también, vamos a tener que hacer un relevamiento serio en cada institución y
ver cómo apoyamos, rescatamos, becamos, porque impactó de muchas maneras en
muchas economías, en muchas personas esto. Hay que ver cómo retornamos. Hay
tanta preocupación por la evaluación en el retorno de ver cómo evaluamos, cómo
acreditamos. Y a mí me preocupa en el retorno como acompañamos a los pies, cómo
los rescatamos, cómo los sostenemos. Cómo podemos curar o tratar de cubrir o de
abrazar las situaciones que vivieron, las situaciones de violencia, de hambre.
Han pasado… y con eso algo tenemos que hacer en las instituciones. No podemos
volver como si nada de eso hubiera pasado. Bueno, volvemos al instituto, hoy
qué toca ¿pedagogía?, bueno ponemos el casete y hablamos, o sea, nos pasó una
pandemia, pasaron un montón de cosas. Afortunadamente en Argentina no tuvimos
demasiados muertos. Al que le tocó su familiar lo tiene a su familiar muerto y
tiene un duelo mucho más difícil en estas circunstancias, entonces también
tenemos que pensar cuando vuelvan estos estudiantes ¿cómo hacemos con esto?
¿Cómo curamos heridas, cómo acompañamos? ¿Cómo generamos estrategias para que
se puedan generar redes? El desafío, la verdad es que para el sistema es
enorme. Sobre cada punto que uno abre se dispersan millones de temas que,
bueno, que cada institución sabe. No es lo mismo una institución grande que
chicas, instituciones que tienen un ejercicio en el acompañamiento entre las
instituciones que tienen más distancia.
Eso va a ser como siempre funciona en el sistema pero bueno, el desafío es
enorme.
-Era algo que nos preocupaba, que circulaba entre muchas personas
ligadas a la educación, nosotros participamos de algunos proyectos, por ejemplo
nos sumamos a la propuesta de la Supervisión de Nivel Inicial de grabar cuentos
para que después se transmitan por radio, para que lleguen a las casas. Hubo
varias propuestas que además tienen mucho que ver con lo afectivo. Mientras
grabábamos pensábamos en les niñes que nos iban a estar recibiendo en sus
casas. Y también estaba la preocupación de las situaciones de violencia
domiciliaria, niñas y niños conviviendo con sus agresores. (…) Desde el Poder
Ejecutivo y el Judicial se implementaron algunas medidas especiales y
dispositivos. Estuve leyendo cómo niñas y niños, en este contexto de
aislamiento, habían podido pedir ayuda y hacer denuncias a través de las clases
virtuales y de las clases con sus docentes. Yo quería preguntarte cómo se
percibe esto desde ustedes, teniendo en cuenta que tanto la ESI como TIC son
transversales en la formación docente, cómo lo perciben ustedes, han conversado
del tema como equipo?
-Bueno, se sabe que desde la
implementación de la ESI no solo la cantidad de denuncias si no la apropiación
del tema por parte de los niños es enorme. Cuando aparece es porque el/la
docente generó un vínculo de confianza que le permite contar, no? No sé si los
conocés a Daniel Prieto Castillo? Es un docente mendocino que se dedica a la
comunicación y a la educación, después te paso los detalles de su blog que tiene
todo su material gratuito, y el tiene un libro Elogio de la Pedagogía
Universitaria en el que tiene un capítulo que se llama Elogio de la distancia y
él explica esto de que tenemos como una fantasía de que si es presencial
nosotros no tenemos distancia con los estudiantes y que si es a distancia sí.
El en realidad dice bueno, en cuántas situaciones tenemos docentes que generan
un espacio, una distancia que no conocen el otro, que no saben quién es, no
importa que lo tengan enfrente. Y que vos en un espacio virtual, si generás
buenas estrategias podés generar vínculos, y podés generar vínculos de
confianza. Incluso en muchas ocasiones el tema de las denuncias es más
sencillo, porque al no estar enfrente, es menos violento que tener que contarlo
y exponerse. Entonces la forma en que nos comunicamos en los espacios virtuales
puede generar distancia o cercanía. Y estos docentes que han recibido denuncia
son docentes que han generado cercanía aunque estén trabajando a distancia. Es
la base, digo, me parece que tenemos que trabajar mucho en el sistema educativo
sobre la comunicación, que parece una obviedad. Pero, como dice Daniel, todo
acto educativo es un acto comunicativo, y cómo comunicamos tiene que ver con
cómo miramos al mundo. Y ahí trabajar sobre cómo nos comunicamos a
distancia, quién le escribimos cuando
escribimos una clase a distancia, va a generar o no estos espacios de empatía o
no. Si yo escribo un paper para mis alumnos y el que lee no se siente
interpelado, no siente que le estoy hablando a él, a su situación no es el
mismo vínculo que si yo le escribo a alguien trayéndole la situación que vive
hoy, dónde vive, dónde está, pero para eso el desafío es que tenemos que saber
quiénes son nuestros estudiantes,
nuestras estudiantes. Creo que son temas para trabajar transversalmente.
-Bueno vamos a ver cómo volvemos cuando volvamos a as
escuelas.
-Te dejé más problemas que soluciones.
-No, y qué de todo esto vamos a capitalizar y vamos a poder
poner en primer lugar para ir trabajando, porque la verdad es que se ha
generado como un material interno de mucha reflexión desde la institución, ha
sido como un espejo interesante.
-Está buenísimo.
-Estuve leyendo en la páginas del INFD, en Orientaciones
para el trabajo virtual, y me quedó gustando una frase que dice: “No obstante,
no olvidemos que ninguna pantalla enseñará a nuestros estudiantes a entender el
mundo. Esa responsabilidad es del/la docente.” Y creo que eso estuvo presente
mucho en la charla que tuvimos.
-Totalmente
-¿No sé si te gustaría agregar algo más?
-No, estoy pasándote el link de Daniel Prieto, es un colega
que ha trabajado en la UNCUYO, mucho el tema de la alfabetización de adultos,
con una mirada… es un poeta escribiendo, es muy amoroso para escribir y tiene
muchos materiales sobre cómo escribir para el otro, desde indicaciones de
frases cortas, claras, hasta cómo traer el mundo a esa escritura y por ahí te
gusta, te interesa.
-Sí, y lo podemos compartir con nuestra comunidad educativa.
Te agradezco mucho el tiempo, la posibilidad de esta entrevista que fue un
placer. Seguiremos en contacto, muchas gracias.
Compartimos el link al blog que publica Daniel Prieto Castillo que nos recomienda Gabriela Asinsten en la nota: Daniel Prieto.
Y el link para descargar el libro Elogio de la Pedagogía Universitaria.
Los audios de la entrevista:
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