LA MEMORIA, UN BIEN COMÚN

 LA MEMORIA, UN BIEN COMÚN

                                                  por claudio barrientos

 

 

“Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida... Para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido.”

de Walden, la vida en los bosques., de Henry David Thoreau. 1854


Para muches de quienes habitamos la Comarca Andina del Paralelo 42° la propuesta de los organismos de Derechos Humanos para este 24 de Marzo nos habrá resultado muy significativa, con resonancias que tocan lo profundo de nuestro aquí y ahora. Para muches también, de esta comarca y de otras, existe la preocupación de que la conmemoración –ahora y siempre- no se vuelva un gesto vacío, la efeméride de un hecho histórico fijado en el pasado y sin vinculación con el presente y el futuro, con nuestras vidas y las de quienes están por nacer. 



De la invitación a “Plantar Memoria, 30.000 árboles por nuestrxs 30.000 compañerxs detenidxs desaparecidxs y por el futuro”, compartimos este párrafo que condensa nuestra historia y este presente tan presente:

 “La Memoria, al igual que la semilla, viene cargada de futuro. Contiene toda la información genética para poder llegar a ser el árbol que late en su destino. En tiempos de incendios, deforestación y cambio climático, invitamos a plantar vida como un acto de memoria y futuro. Porque el recuerdo de cada compañerx detenidx desaparecidx trae consigo el legado de lucha por un país más justo y solidario.”

Para pensar al respecto conversamos con Adriana Marcus, vecina de la comarca, integrante de la Red Jarilla –organización sin fines de lucro que trabaja en la recuperación de semillas naturales y en la difusión de saberes y prácticas saludables relacionados con el buen vivir-, ex detenida desaparecida de la Esma durante la dictadura, y testigo en los Juicios por la Verdad, en la Mega Causa Esma, en la causa presentada en Alemania en los Tribunales de Núremberg en contra de la Junta Militar argentina y, hace dos semanas, en la causa conocida como “Juicio de Puente 12” o “Protobanco”.

Compartimos sus palabras:

Este nuevo aniversario del golpe militar de 1976 nos encuentra en un clima colectivo de enrarecimiento, desconfianza, incertidumbre y miedo, tan parecido a aquella época nefasta. Tal vez pocas personas recordemos el “espíritu de época” que se vivió en los tiempos previos a la dictadura militar, en que les jóvenes estábamos dispuestes a dar todo por la construcción de una matria inclusiva, justa, libre, soberana, creativa, empática, respetuosa que dejar a las siguientes generaciones. Les sobrevivientes no lo olvidamos, y guardamos en nuestras memorias a nuestres compañeres con quienes hemos compartido la alegría de intentar construir colectivamente un otro mundo posible.

En este contexto, nuestras Abuelas y Madres por primera vez se ausentaran de las calles y las plazas, pero les demás plantaremos semillas de esperanza y de vida, abrazaremos árboles -silenciosos guardianes protectores- y llamaremos al mundo vegetal que sustenta nuestras vidas a continuar pese a todo, compartiendo nuestros caminos en estas tierras.

Que cada une de les 30.000 sean semillas de reexistencia, materializadas en estas otras semillas vegetales. Ellas nos ayudarán -desde su información milenaria y su fuerza vital- a surgir de las cenizas de las devastaciones que la humanidad se autoinflinge una y otra vez –hoy en nuestra Comarca en forma de incendios criminales. Nos mostrarán una vez más cómo amar y cuidar la vida, las vidas, nos inspirarán para volver a mirarnos a los ojos y tender las manos, a cultivar la escucha atenta en la amistad, a abrazarnos nuevamente.

Nos sumamos a la voz de Adriana, a todas las voces, para decir Gracias Madres y Abuelas y, en su nombre, a todas las organizaciones(*) por esta Campaña!

 

 

Algún día los encontraremos,

no se pude vivir desencontrados.

Vos traerás esas promesas,

y yo estos pedidos;

la calle será larga en ese tiempo,

llena de pueblo que se abraza.

Estará prohibido el odio

y habrá un mar para todos

danzándonos la frente.

Traeremos los pájaros

al mundo que te digo,

las cosas que de ser amor

solas se salvan:

el cariño de los hijos,

los abrazos de los nietos.

Quedará desterrado ese sitio del hambre,

ese lugar de llanto y egoísmo.

Cada uno vendrá con flores en el pelo,

¡con flores en el pelo!

Y los campos se llenarán de soles,

y araremos de música la tierra

de poemas los surcos y de teatros las calles.

Nada se hará para arrepentirse,

y nada crecerá sin alegría.

Y el conjunto de las cosas

el corazón de lo posible

germinará en las manos

como cuando hacemos el amor

cuidando proteger el gozo.

Algún día nos encontraremos

sedientos de querer esa otra vida

en un lugar que viva por ser nosotros,

entonces no seremos extranjeros

ni en tu pueblo ni en el mío,

porque no se es extranjero siendo pueblo.

Un día tendremos en el cielo

nuestros soles nuestras lunas,

y será la luz una bienvenida

¡y nunca más nos moriremos!

 

Este poema fue escrito y grabado especialmente para esta campaña por Carmen Remolins y Domingo Racedo, Las ovejas descarriadas de Paraje El Arroyón, C° Cordero. Rio Negro.

 


(*) Abuelas de Plaza de Mayo – Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora – Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas – H.I.J.O.S. Capital – Asamblea Permanente por los Derechos Humanos – Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Matanza –Asociación Buena Memoria - Centro de Estudios Legales y Sociales – Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte – Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz – Fundación Memoria Histórica y Social Argentina – Liga Argentina por los Derechos Humanos – Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.

 

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